
Mejora de la conectividad urbana y cierre de la brecha del última milla
Creado el 17.02.2021

Casco antiguo de Vitoria-Gasteiz (España)
El última milla: ampliación del alcance de los nodos de transporte público
En el sector de la planificación de transporte, el llamado «última milla» o (más específicamente) el «primer y última milla» es la distancia entre el punto de partida o el de destino y el nodo de transporte público más cercano. Si la distancia es demasiado larga, la gente preferirá usar un coche privado en lugar del transporte público.
Aquí es donde las soluciones de transporte vertical, como los ascensores inclinados (semejantes a los funiculares), pueden ayudar, especialmente en las ciudades escarpadas, en las que la altura supone un obstáculo adicional en el última milla. Estas soluciones para el desplazamiento de personas disfrutan de un gran nivel de aceptación, sobre todo entre aquellos que requieren acceso sin barreras. Además, el uso de estas soluciones puede ayudar a reducir la contaminación, ya que funcionan con electricidad y ayudan a disminuir el uso de vehículos de combustión.



Gran Vía de Vigo, Vigo (España)
Aumento de la conectividad en las ciudades
Soluciones como los ascensores y las escaleras mecánicas se pueden usar incluso para crear conexiones completamente nuevas. En Vigo, España, las soluciones para el desplazamiento de personas van más allá del última milla; con frecuencia son el principal medio de transporte en esta escarpada ciudad. El programa de la ciudad «Vigo Vertical» aspira a crear aproximadamente 3 kilómetros de conexiones verticales nuevas, que realmente proporcionan un transporte más rápido que los coches, que tienen que recorrer largas cuestas llenas de curvas para llegar arriba.
Algunas ciudades con largas cuestas graduales, como Vitoria-Gasteiz en España, pueden beneficiarse de pasillos móviles. En esta ciudad, pasillos rodantes bellamente enmarcados ayudan a incrementar el acceso al barrio medieval de la capital vasca.
También pueden ser atracciones por sí mismos. Los pasillos rodantes en la Gran Vía de Vigo, España, están cubiertos por un techo de vidrio con un marco en los colores del arco iris y rodeados de hileras de plantas y bancos públicos.


Escalera mecánica del Parque Montjuic, Barcelona (España)
Cierre de la brecha de transporte en el norte de España
Todas las regiones del norte de España comparten un rasgo en común: un paisaje accidentado con muchas colinas, valles y cuestas empinadas. Incluso las ciudades comparten esta llamativa topografía. Por muy bellas que sean estas características, también suponen obstáculos que pueden hacer difícil el acceso a servicios básicos y zonas comerciales. Y aquí es donde acude al rescate la movilidad pública vertical.
Además de ascensores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes, esta región ha instalado múltiples «ascensores inclinados». Estos ascensores se parecen a los funiculares, pero técnicamente funcionan más bien como ascensores. Sea cual sea la solución de movilidad utilizada, esta tiene que estar especialmente preparada para resistir las a menudo duras condiciones costeras del norte de España.

Ascensor en Echavacóiz, Pamplona (España)
Ascensor inclinado en Zurbaranbarri, Bilbao (España)
El populoso barrio bilbaíno de Zurbaranbarri tiene cuestas muy empinadas, que dificultan la movilidad de una población que está envejeciendo. Como consecuencia, el consejo municipal decidió instalar un ascensor inclinado, pero quiso darle un carácter autóctono. La cabina para 25 personas fue diseñada en forma de letra B, creando un nuevo distintivo para el servicio de transporte metropolitano de Bilbao.
El ascensor realiza 3 paradas a lo largo de los 64 metros de vías, que alcanzan una altura de 27 metros. Fue inaugurado en junio en 2010 y sigue siendo usado por un gran número de personas como medio de transporte preferido a la línea de metro cercana a la parada inferior del ascensor.

Ascensor inclinado en Río de la Pila, Santander (España)
Una cuesta empinada separaba antes los barrios de la parte alta de Santander del centro de la ciudad. La instalación de un ascensor inclinado tenía, por tanto, alta prioridad, ya que la cuesta restringía la movilidad y la conectividad. Inaugurado en julio de 2008, la cabina para 20 personas asciende 38 metros, con cuatro paradas a lo largo de 78 metros. Ofrece una bonita vista panorámica y aire acondicionado, para aliviar el intenso calor del verano.


Héroes no valorados del transporte público
Con demasiada frecuencia, la gente olvida el importante papel desempeñado por los ascensores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes para llevarnos a nuestros destinos. Actúan como suministradores de última milla para el transporte público; nos desplazan por edificios, aeropuertos y centros comerciales; y cada vez es más y más habitual su uso como métodos de transporte por derecho propio que nos ayudan a reducir nuestra dependencia de los coches en áreas urbanas de alta densidad.

Eibar, España